Las elecciones se realizaron, y el alcalde elegido, al ver que las protestas iban más allá de lo esperado, se decidió a construir la pista de patinaje.
El comienzo no fue muy bueno, no pusieron mucho interés en la construcción, y había demasiados fallos por falta de experiencia, ya que en vez de contratar a una empresa especializada para estos casos, lo hicieron con obreros con muy poca experiencia.